Autora: Enfermera Saturada
Páginas: 176
Sinopsis Oficial: Esta es la historia de una enfermera que luchó contra el coronavirus en primera línea, armada con una bolsa de basura y una mascarilla reutilizada. Pero, en realidad, es también la de todos los enfermeros y las enfermeras que plantaron cara al virus, esos a los que la sociedad llamó héroes, y por quienes aplaudía a las ocho, mientras ellos y ellas vivían con el miedo pegado a su espalda. Es el testimonio de sus lágrimas, temores y sacrificios, y a la vez de la inmensa felicidad que sentían cada vez que apagaban un respirador y entregaban el alta a un paciente. «El primer paciente que atendí con la COVID-19 fue el 5 de marzo de 2020. Creo que esta será una de las fechas que recordaré toda la vida. Hasta ese día, hasta el mismo instante en que tienes frente a ti a una persona contagiada con el virus que está causando tantos estragos, mis compañeras y yo seguíamos pensando que no nos tocaría. Supongo que una, como mecanismo de defensa, tiende a negar la realidad hasta que la tiene a dos metros de distancia y con un informe del laboratorio con la palabra POSITIVO escrita en mayúsculas. A pesar de todo, y aunque los casos en Italia se contaban ya por miles, seguíamos aferrándonos al hecho de que ese día en nuestro país los confirmados apenas superaban los doscientos y en las plantas de mi hospital los casos no llegaban ni a media docena. No podíamos ni imaginar que acabaríamos ingresando, únicamente en nuestra unidad, a más de trescientos pacientes en solo dos meses. Que en toda España habría más de doscientos cincuenta mil casos confirmados, que en apenas tres meses más de cincuenta mil compañeros y compañeras se contagiarían o que nos dejarían para siempre más de veintiocho mil personas según los datos oficiales. Con este libro pretendo plasmar, de la forma más fiel posible a la realidad, todas las historias acontecidas durante estos meses para que, a pesar del paso de los años, no se pierdan en el olvido, se reescriban o se desdibujen. Así, quienes no lo han vivido tan de cerca, podrán ser más conscientes de lo que sucedió.»
Opinión Personal:
En este libro Satu, más conocida como Enfermera Saturada, nos narra en primera persona sus experiencias durante el inicio de la pandemia COVID en España y como fueron cambiando las cosas a medida que avanzaban los contagios y el sistema de salud se desbordaba.
Es un libro en el que todos y todas los que hemos trabajado en hospitales, sea en primera línea o no, nos vemos identificados.
Enfermera Saturada no pierde su sentido del humor en este libro pero eso no quita que sea el libro más emotivo que ha escrito hasta la fecha y que seguro que remueve muchas cosas por dentro a la mayoría de vosotros.
No quiero contaros mucho más, simplemente deciros que lo leáis si realmente queréis conocer como se vivieron esos días, y se están volviendo a vivir, en los hospitales españoles, y seguramente de medio mundo.
Nota: 10/10
Título Original: Coronavirus. Historias Reales en Primera Línea de Batalla
Autora: Ana Polegre
Páginas: 176
Sinopsis Oficial: Este libro contiene verdad. Porque puede que no sepas todo lo que pasó. Porque este libro trata de cómo se ha vivido desde dentro, como enfermero o sanitario. Porque lo que hay en su interior son historias reales, historias impactantes, desgarradoras, emocionantes y muy, pero que muy, reales. Porque puede que leyéndolo te veas reflejado y entiendas que lo que pasaste tú o lo que pasó tu familiar o amigo fue similar a lo que pasaron otros. Porque los sanitarios lo han dado todo por nosotros, y ahora necesitan ser escuchados. Este libro está narrado desde la primera línea de batalla.
Opinión Personal:
En este libro nos encontraremos muchas, y cortas, experiencias de varios profesionales que se enfrentaron a la primera ola de coronavirus.
Cada relato ocupa unos pocos y cortos párrafos. Estás contados por parte de enfermeras en su mayor parte, pero también hay otros profesionales como auxiliares o técnicos de rayos que explican su experiencia en esas primeras semanas.
El libro además cuenta con bonitas ilustraciones acompañando perfectamente a cada relatos.
Recomiendo que lo leáis si queréis haceros una idea de como los diferentes profesionales vivieron y siguen viviendo esos momentos.
Nota: 9/10
EXPERIENCIA PERSONAL:
Cuando se habla de coronavirus, se habla sobre todo de la primera línea de los hospitales públicos, olvidándose que el resto de hospitales y centros de salud también han soportado mucha carga de trabajo y estrés, no solo físico, sino también emocional.
Yo trabajo en un hospital privado, pero en plena oleada COVID el 80% de camas del hospital eran pacientes de coronavirus de mutua, pacientes que si no tuvieran mutua hubieran estado en hospitales públicos. El hospital se tuvo que adaptar a la pandemia igual que los otros, se tuvo que suspender la actividad quirúrgica no esencial para habilitar el área de reanimación como UCI. Lo mismo que con el nido antiguo y la unidad neonatal, que se traslado al nido nuevo, que era bastante más pequeño, para habilitar camas para pacientes COVID y algunos no COVID, porque por desgracia el resto de patologías seguían presentes.
Yo trabajo en el área de pediatría y al cerrar los colegios vimos reducida bruscamente nuestra actividad, como suele pasar en verano. Pero pese a los pocos ingresos de niños la planta se llenó.
No éramos una planta COVID, nos llamaban área híbrida, o como yo la llamaba, la planta donde meten lo que no saben donde meter. Sólo había una planta limpia y era la de obstetricia. Pero hay que tener en cuenta que en la primera ola los resultados de las PCR podían tardar más de 24h en saberse, y además muchos no eran fiables. Por lo que en pediatría ingresaban todas las parteras hasta que salían los resultados, en una planta donde no estamos acostumbradas a ese tipo de paciente ni tenemos el material necesario a mano. En fin de semana eso podía significar que hasta el lunes no se supieran los resultados. Por otro lado pasaba lo mismo con los que ingresaban de urgencias y aunque la mayoría ingresaban sin sospecha de COVID eso no quería decir que alguno no lo tuviera.
Por si eso fuera poco, finalmente el hospital se desbordó y nos empezaron a ingresar pacientes COVID, en teoría los que estaban mejor, generalmente gente joven y que pese a que alguno tenía resultado de PCR negativo se trataba como positivo debido a la placa de tórax porque como ya he dicho muchas veces las PCR no eran fiables.
¿Os imagináis el estrés de no saber si alguien es positivo o no? ¿Disfrazarse y desvestirse cada vez que entras y sales de una habitación? ¿Tardar el doble en hacer las cosas pero teniendo la misma cantidad de pacientes?
En una planta COVID, donde todos son positivos te disfrazas y entras y sales con lo mismo en todas las habitaciones, pero si no lo sabes, si no estás seguro, si unos lo son y otros no... Eso te hace perder mucho tiempo, y si antes tenías trece habitaciones, ahora las sigues teniendo con toda la incertidumbre extra, y el trabajo de vestirte y desvestirte bien, intentado no cometer errores.
Por si eso fuera poco, las primeras semanas, cada día aparecía un nuevo protocolo. Protocolo que variaba en función del material disponible y que yo al final me negué a leer. Ya sabía como tenía que disfrazarme para entrar una habitación, sino tenía el material improvisaría pero me negué a perder el tiempo leyendo protocolos que no servían de nada.
En mi planta, y en muchas otras plantas, no había trajes de buzo, nos teníamos que apañar con batas, muchas no eran impermeables así que encima te tenías que poner un impermeable por encima, pero había pocos así que había que racionarlos y usarlos solo si íbamos a estar muy encima del paciente. Las batas no llegaban hasta los pies y las polainas eran como las que te poner para entrar en quirófano así que no protegían nada, lo mismo que los gorros.
¿Y para que os voy a hablar de las mascarillas? Una de las cosas más esenciales y que tardaron mucho en llegar. Tener que llevar la quirúrgica todo el turno, los primeros días si tenías suerte podías ponerte dos, pero no había FFP2, y cuando se consiguieron teníamos que alargarlas 15 días. 15 días una mascarilla que después resultaba que no era FFP2. ¡Pocos sanitarios se han puesto enfermeros con estas condiciones!
Sin duda los que han trabajado en urgencias, en UCI y en plantas COVID, han vivido situaciones extremas y extenuantes, pero con mi experiencia quiero recordar, que la incertidumbre de no saber, el tener patologías mezcladas y no saber si vas a contagiar a alguien porque te has quitado mal el equipo de protección, porque no has tenido el material necesario... eso también genera un estrés que no está pagado, y unos niveles de ansiedad y nervios que nadie te explica como gestionar. Cuando dicen que es como en una guerra es cierto, porque nadie te prepara para lo que vas a vivir y cada cuál tiene que aprender a gestionarlo como puede o sabe.
Yo pasé todo el confinamiento sola, saliendo solo para ir a trabajar, y si tenía que comprar iba al salir, aunque todavía no hubiera comido, para no tener que volver a bajar a la calle, para seguir las normas. Dejé a mi perra en casa de mis padres para que ellos pudieran pasearla y solo me la llevaba a casa cuando al día siguiente no trabajaba y así tener un poco de distracción por unas horas, porque Netflix está muy bien, pero el calor humano, o perruno en este caso, es mucho más necesario. Pero ¿sabéis que era lo peor de todo? Cuando dejaba a mi perra otra vez en casa de mis padres, sin pasar del umbral de la puerta, porque al día siguiente volvía a la carga, no solo porque volvía a quedarme sola, sino porque al volver caminando de su casa a la de mía me dijeran algo, me parara la policía y me multara porque si paseaba con la perra tenía excusa para estar en la calle, pero sola no, y aunque nunca pasó, ese estrés tampoco estaba pagado.
Esa ha sido mi experiencia y a parte de recomendaros los libros quería también dejaros mi propia vivencia. Solo me queda deciros que os cuidéis.
Estoy tan hasta el chirri de la pandemia... :(
ResponderEliminarHola, se ven interesantes, pero no creo poder aguantar una historia sobre la pandemia por ahora, tal vez en unos años más. Por cierto, soy nueva en tu blog. Nos leemos.
ResponderEliminar¡Hola! No me quiero ni imaginar lo que tiene que haber sido pasar esa experiencia trabajando en el hospital. La verdad es que a estas alturas he oído ya tantas historias de terror al respecto que nada me sorprende. Espero que las cosas a estas alturas hayan mejorado.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
¡Hola! Los libros me parecen súper interesantes y sin duda me los apunto, pero mejor para leerlos dentro de un par de años cuando el tema del coronavirus no esté tan a la orden del día, porque ahora mismo creo que todos estamos muy saturados.
ResponderEliminarUn saludo :)
Sin duda, deben ser historias muy emotivas y duras... T_T Me gustaría darle una oportunidad a ambos, pero probablemente sea dentro de un tiempo, ya que lo que busco ahora es precisamente evadirme de la situación sanitaria que estamos sufriendo todos.
ResponderEliminarEso sí, me ha encantado leer tu experiencia. No me puedo ni imaginar el estrés que has tenido que sufrir. Solo espero que la situación no llegue a más...
¡Muchísimas gracias por compartir tu experiencia!
¡Nos leemos!
Hola Bea!! Gracias por las recomendaciones, pero al margen de ello, mil gracias por compartir tu experiencia. Y, sí, que nos cuidemos todos por el bien de todos. Besos!!
ResponderEliminar¡Hola! Yo también tengo pendientes esos libros, pero no sé si leerlos porque la verdad es que estoy harta de la situación y a veces ni sé qué pensar. Gracias por las recomendaciones. Un saludo.
ResponderEliminarHola. He leído los dos libros y coincido contigo en que son libros interesantes y necesarios. Pero oye, que tu experiencia también tenía que estar en un libro. Siento mucho lo que estáis pasando y lamento que haya tanto irresponsable por la calle. Besos
ResponderEliminarYa has reseñado otras veces libros de esta "saga" y siempre me dejas con muchas ganas de leerlos, esto no es una excepción :)
ResponderEliminarSiento mucho tu experiencia, me ha encantado que te hayas desahogado(sobretodo aprovechando estas reseñas :P) porque aunque haya gente que diga que ya basta de hablar de la pandemia, es importante ser conscientes de lo importante que es esto. Bajar la guardia, como bien nos cuentas, puede traer consecuencias irremediables. Todo eso es un estrés extra, así que debemos apoyarnos entre nosotros.
Desde aquí tienes todo mi apoyo, mucho ánimo guapa ^^
Un besazo !!
Estoy de acuerdo en que son necesarios leer estos libros para conocer mejor la situación por la que estamos pasando. Quizá hasta deberían ser lecturas obligatorias en las escuelas. Siento mucho tu situación personal. Espero que pronto volvamos a la normalidad.
ResponderEliminarBesos,
¡Hola! Tengo ambos libros pendientes. Me ha gustado mucho leer tu experiencia personal, aunque es una pena que tengas que pasar por esto, tu y tus compañeros. Yo trabajo en el tema del transporte sanitario, pero por suerte en coordinación, y la verdad es que al principio veías como los técnicos tenían poco material para su protección, y como dices, parece raro que con lo poco que tenían hubiese tantos pocos contagios. Espero que pronto, aunque no tiene pinta, se acabe todo esto y el estrés que sufrís en primera línea deje de ser tan elevado.
ResponderEliminarTe mando mucha fuerza.
Besos :)
¡Hola!
ResponderEliminarPues creo que ambas recomendaciones podrían gustarme y más viendo que las has disfrutado. En cuanto a tu experiencia personal... la verdad es que ha sido duro. Por suerte parece que no te llegaste a contagiar y espero que las cosas estén ya más tranquilas.
¡Un besito!
Hola! Gracias por las recomendaciones, tienen muy buena pinta. Animo, la verdad es que debéis de estar agotados y cabreados viendo lo que pasan algunas personas de todo. Mucha fuerza!
ResponderEliminarApunto ambos libros ❤
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarDebe ser un buen libro, pero ya no quiero saber nada sobre la pandemia :c
Quizás me anime más adelante.
Nos leemos♥
¡Hola, Bea!
ResponderEliminarGracias por compartir con nosotros tus vivencias de esta pandemia... sin duda debe haber sido muy duro, fácil decirlo pero difícil vivirlo :(
Espero que pronto mejore todo esto.
Gracias por sugerirnos los dos libros ;)
Un gran y fuerte abrazo.